El término quiromasaje, viene del griego  quiros que significa manos, y masaje del francés que significa amasar. Por lo que la traducción sería masaje manual o masaje con las manos. 

 El quiromasaje se refiere a un conjunto de manipulaciones variadas y técnicas de presión que son empleadas por un terapeuta con el propósito de manipular los tejidos grasos, musculares y sobre la superficie corporal de un paciente con fines terapéuticos y con el propósito de calmar sus dolores. 

El quiromasajista además ayuda a reducir y controlar la celulitis, calmar el dolor de espalda, contracturas y esguinces y otros malestares. 

La presión de determinados puntos se traduce en efectos sedantes sobre el sistema nervioso y en la liberación de sustancias  analgésicas, mejora la circulación de la sangre que ayuda a  transportar oxígeno y a eliminar sustancias tóxicas e impurezas del organismo. 

  Los masajes en general ayudan a mantener la flexibilidad de los músculos, contribuyen a la relajación y bienestar general que ayuda a restablecer el equilibrio mental así como a reducir los niveles de estrés, favorecer el sueño, proporcionar calma, seguridad, aliviar la tensión psicofísica y generar un sentimiento de bienestar.